viernes, 16 de agosto de 2013

LA FALACIA DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA —LA SUBVERSIÓN INGLESA Y LA MASONERÍA

La mal llamada Revolución Francesa es un tema que siempre se trata con suma simplicidad y con una superficialidad tan temeraria como acientífica y antihistórica. Hoy desmantelaremos de una vez por todas el chiringuito liberal de la "Revolución Francesa" indagando hasta lo más profundo, oculto (ocultado, por otra parte, interesadamente por ciertas élites dominantes) y desconocido de ella.

Empezaremos tratando, por una parte, la etimología y el verdadero significado del tan vociferado últimamente por ciertos grupos y sectores (sin sentido alguno y con total desconocimiento) palabrejo "revolución"; y, por otra, trataremos eso de que la "revolución" fuese "francesa" propiamente dicha, ya que se pinta en los libros de secundaria a todo color como un hito y una hazaña libertadora salida de primera mano del pueblo francés de forma "espontánea" y en especial del llamado "Tercer Estado", que pretendidamente se reveló de forma unánime contra sus malvados y tiránicos amos los nobles, el "manipulador" clero y la opresora monarquía absoluta.

Primero analizaremos la etimología del término "revolución". Éste es un término que escuchamos salir casi podría afirmar sin trabarme la lengua 24 horas al día de la boca de ciertos personajillos del tres al cuarto que opinan y dan juicios morales de todo sin tener la menor idea; y es que, en efecto, usan erróneamente el término "revolución" para así justificar sus propios intereses privados y fines ante las masas incultas. Hoy desmentiremos el significado que actualmente tiene "revolución", para analizar, de facto, su etimología, que es la que nos dice la verdad sobre una palabra.

Según la RAE, la palabra "revolución" viene del latín revolutĭo, -ōnis, y significa "Acción y efecto de revolver o revolverse". Ahora, hay que puntualizar y analizar cuidadosamente sin dejarse inducir al error por definiciones que no son exactas y que vienen más abajo de esta en el mismo diccionario. Y en efecto, hay que tener cuidado, porque revolución significa algo muy distinto del esquema mental actual que tienen nuestras gentes contemporáneas fabricado; pues revolución no tiene nada que ver con "progreso", "moda", "descalificar lo antiguo", volverse "progresista", apoyar modas degeneradas, apartarse de las tradiciones, renegar de Dios [1]. En efecto, nada de esto es "revolución" en modo alguno. 

Entonces, se preguntarán ahora los lectores, ¿qué es una revolución? Revolución significa, literalmente, ciñéndonos a la etimología de la palabra y sin dejarnos llevar por demagogias politizantes y demás basura acientífica y manipuladora, "re-evolucionar" "re-volver" (esto es, vuelta al pasado; volver a evolucionar). Pero más exactamente podríamos decir que se trata de restaurar un orden antiguo, que funcionaba, que era moral y acorde con la tradición ancestral del lugar en detrimiento del que haiga en el momento de la revolución, que no será ya "orden" y las instituciones habrán degenerado hasta tal punto que se ha hecho necesaria la revolución para volver a lo anterior.

 
Cuadro que representa la supuesta "Toma" de la Bastilla por los pretendidos "revolucionarios" el 14 de Julio de 1789

Cuadro que representa la supuesta "Toma" de la Bastilla por los pretendidos "revolucionarios" el 14 de Julio de 1789.



Ahora bien, cualquiera con una mente medianamente lúcida, crítica y reflexiba se estará empezando a dar cuenta que hasta ahora ha sido timado y engañado, y estará sintiendo por dentro la misma rabia que se siente cuando lo estafan a uno con algún producto de una multinacional usurpadora que lo vendía como si fuese lo mejor del mundo. Y alguien todavía más crítico se dará cuenta de lo siguiente: si la pretendida "revolución" lo que hace es destruir la tradición, renegar de las raíces de su pueblo, de sus ancestros, del credo de dicho pueblo, etc., NO es una revolución, sino una subversión.

Y es ahora, cuando tras ver esto, surge en las mentes más inquietas e indagantes la pregunta del millón: ¿Qué revoluciones propiamente dichas ha habido realmente en la Historia moderna? Pues una vez más quedará sorprendido el ignorante; pues ni la mal llamada Revolución Francesa, ni la imprudentemente llamada Revolución Rusa, por citar algunas cercanas, fueron revoluciones en modo alguno, sino subversiones e imposiciones extranjeras elitistas mediante la violencia y el crimen. Lo que sí fueron revoluciones verdaderas, y que han hecho creer a todo el mundo (interesadamente, por supuesto) que no eran tales y que además eran un retroceso, fueron la revolución en Alemania en 1933 (ascenso al poder el 30 de Enero del mismo año de Adolf Hitler como Canciller de su pueblo y elegido democráticamente por el mismo) y la revolución de los falangistas y los carlistas 1936 en España —que no la rebelión del Ejército de África y el golpe de Estado del 17 de Julio por unos cuantos generales. 

Pero esta última revolución, a la mitad de la Guerra Civil, ya había fracasado: se unían Falange Española de las JONS y la Comunión Tradicionalista, dando así lugar a FET y de las JONS (Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalistas); esto es, un amalgama creado por el general Francisco Franco para controlar a ambas facciones y que no pasase igual que en el bando rojo (descomposición total y luchas internas), para más tarde denominarlo como "Movimiento Nacional" o simplemente "El Movimiento". Aun así, con todo... al inicio sí que fue una auténtica revolución auténtica. Y la de Alemania creo que simplemente no merecerá explicación alguna, pues fue una rebelión de las masas populares, que buscaban un  líder que los liberase del yugo financiero internacional y de la injusta carga económica y moral de la pasada guerra por parte de los aliados, y ese líder era Adolf Hitler, que así lo hizo y así fue condenado años más tarde por todos los poderes internacionales contra los que húbose rebelado otrora.

Comprendido esto, creo yo, con suma facilidad, pasaré a decir por qué no fue francesa y se acercaba más bien al gentilicio que portan los habitantes de una isla al noroeste de la Galia (Francia). Para completar nuestra substitución y eliminación del término "Revolución Francesa" (que es uno de los objetivos de este artículo, pues es incorrecto, impreciso y lleva a la confusión), añadiremos a la subversión (pues ha quedado ya claro que fue una subversión, y no una revolución) el término inglesa, quedándonos así un bonito palabro: subversión inglesa.

Para concretar un poco más, por último y antes de dejaros con el excelentísimo profesor Jacques María de Mahieu, explicaré, sobre todo a los curiosos que estarán ya preguntándose "¿Por qué inglesa?", en efecto, por qué fue "inglesa" y no francesa, como se cree. Esto tiene una sencilla explicación y aún más fácil entendimiento para gente con un coeficiente intelectual más o menos alineado con el de la media.

En 1789 (año del inicio de la "revolución" en Francia), Francia era una gran potencia que se pujaba el poder en Europa con el Reino Unido, que veía amenazada su supremacía en el continente en dicha puja por el poder con Francia. En Inglaterra recientemente (1740-60 aproximadamente) había dado comienzo la conocida Revolución Industrial, y después vino el Gran Capitalismo o la segunda fase de la Revolución Industrial. Inglaterra fue el país que, con diferencia, más beneficios obtuvo de esta revolución industrial, sobre todo en su primera parte, en la que se coronaría como potencia hegemónica, militar y casi armamentística de Europa. Pero, no contentos con esto los piratas británicos, quisieron aniquilar a Francia ante el miedo de una posible evolución tecnológica y militar mayor que la suya allí que les pudiese arrebatar su supremacía.

¿Cómo aniquilaron a Francia? Sencillo. Introdujeron todo tipo de ideas liberales, presionaron para que se "liberalizara" el mercado y que los franceses así no cobrasen aranceles a los productos venidos de fuera (cosa bastante perjudicial para el comercio francés, pues pone en igualdad a los productos de fuera con los de dentro, algo completamente aberrante). Entonces ocurrió que los pequeños fabricantes franceses se fueron empobreciendo poco a poco más y más porque los productos que venían de fueran entraban con facilidad en el país y eran más baratos, pues en Inglaterra costaba menos fabricarlos y se hacían a montones.

Luego también no podemos dejar de lado el papel de la masonería inglesa, que destrozaría todo el sentir tradicional de las gentes mediante las ideologías subversivas, nihilistas, hedonistas e individualistas; la suma de todo esto es lo que da lugar al lema masónico Liberté, Égalité, Fraternité (lema que se va al garete cuando observamos la peculiar fraternidad de las guillotinas, la nueva sociedad de clases con la burguesía y el dinero como dirigentes y la libertad truncada por las armas del nuevo régimen). Además de esto, la masonería contaba con agitadores políticos especiales que lo tendrían muy fácil para revolver a vagos y maleantes de las calles, no a trabajadores y campesinos.

Además, la burguesía francesa, que estaba celosa y vivía continuamente en el resentimiento porque sus riquezas no le servían absolutamente para NADA, es decir, el dinero no le daba ningún poder. Aquí lo que contaba era la sangre que llevases, o bien demostrar lo que valías mediante méritos personales; pero en modo alguno servía el dinero para ser un poderoso. Y como estaba celosa, pues la burguesía vio con buenos ojos la introducción de todas estas ideas en el país y que se usase como carne de cañón a cuatro desgraciados podridos por las calles y el vicio para conseguir sus propios objetivos.

El tema da para muchísimo más, y posiblemente sea algún día ampliado, pero ahora Jacques de Mahieu nos enseñará mucho más en su vídeo-documental sobre la mal llamada "Revolución Francesa".


NOTAS:

[1] Para los que quieran indagar más acerca de cómo el liberalismo, las ideas masónicas y falsamente revolucionarias hicieron al hombre despertar un odio interior e irracional hacia la Iglesia, la religión y lo tradicional, léase este texto y, en especial, uno de la revista "La Reconquista", del día 4 de Abril de 1872.

1 comentario:

  1. Me parece harto interesante la aclaración de la palabra "revolución" y la palabra "subversión". Y la defensa que se hace para con ese movimiento subversivo que no solo ha vivido Francia, caso muy doloroso, indignante, manipulador, asesino....sólo estoy inconfome con el hecho de que a las personas que no conocíamos las definiciones, se nos trate como ignorantes; no lo somos. Recuerde autor de este artículo, que la educación primaria o básica, así como la secundaría, los libros de texto son los que han malinformado a la ciudadanía. No enseña con verdad. Esta la vamos descubriendo conforma vamos leyendo a autores como usted y muchos otros que nos desvelan la historia tal y como realmente fue. Gracias por esto. Saludos.

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